sábado, 11 de abril de 2009

Favores y agradecimiento

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Opinión
Jueves, 04.09.09


OSCAR J. FRANCO O.: Favores y agradecimientos
By OSCAR J. FRANCO O.
Estamos viviendo una profunda crisis, en la cual individuos y familias se encuentran en precaria situación económica, inclusive sin poder cubrir necesidades básicas alimentarías, salud, educación de los hijos y pago de la hipoteca o renta de la vivienda. En estos durísimos momentos podemos encontrarnos en la delicada necesidad de pedir un favor a alguien en especial, para que nos ayude a resolver una situación de emergencia puntual.
Cuando pedimos un favor, lo podemos recibir o no. Sin embargo, una vez que un familiar, amigo o, inclusive, alguien que no esperábamos colabora con nosotros, comienza otra importantísima etapa. El agradecimiento por el favor recibido.
Esta etapa es muy delicada y a menudo causa serios problemas familiares, destruye amistades y en demasiados casos nutre los archivos de los tribunales, en todo el mundo.
Como nadie está exento de la necesidad de pedir un favor o de otorgarlo, conviene conocer los estudios del sociólogo Frank Flynn de la Universidad de Stanford. Lynn concluyó que, en términos generales, existe una relación inversamente proporcional entre el tiempo transcurrido desde que se recibió el favor y el agradecimiento por la ayuda recibida.
El paradigma inicial es: a mayor necesidad puntual, mayor agradecimiento puntual. Cuando una persona en momento determinado tiene una necesidad inmediata, inminente e imperiosa de resolver un aprieto, inicialmente valora muchísimo el favor y se siente sumamente agradecido y comprometido con quien le ayudó. En ese difícil momento es común decir: ''No sé cómo pagarte tu bondad'', ''Eres sumamente generoso/a'', ''Te pagaré lo más pronto posible'' o ''Te estoy eternamente agradecido'', ``Me salvaste''...
Por su parte, generalmente, quien hace el favor al principio no le da mucha importancia al gesto. Inclusive se piensa y se dice que es lo menos que podía hacer para ayudar. En ese momento de generosidad, es común oír: ''No te preocupes'', ''No es nada'', ''Págame cuando puedas'' o ''Siempre estaré a tu orden'', ``Para eso estamos''...
El paradigma complementario es: al disminuir la necesidad disminuye el agradecimiento. Para quien recibió el favor, una vez resuelto el problema y disminuida la presión de la necesidad, aunado al decorrer del tiempo, existe la tendencia de minimizar la importancia de la ayuda en aquel momento.
El recuerdo de la situación se distorsiona. Ya no parece que era tan grave y por lo tanto se agradece la ayuda, pero no con la misma intensidad, puesto que no hay, o desapareció, la necesidad. ``Fulano, me hizo un favorcito hace como un año y cada vez que puede me lo recuerda. Parece que quiere que le ponga una estatua''...
Por su parte quien hizo el favor, si recuerda vivamente la angustia y la premura de la otra persona. Además, lo que hizo, dio, prestó, facilitó, compartió, en fin, con lo que cooperó, adquiere más valor porque era algo que le pertenecía, tiempo que dedicó y/o esfuerzo que aportó y que ahora se menosprecia. ``Zutano estaba muy mal hace un año, lo ayude y ahora ni me llama para saludar. Se nota que ya no me necesita''...
Esencialmente hay un problema de comunicación. Para resolverlo es preciso conversar abiertamente con la otra persona y expresar nuestro punto de vista. Un diálogo parecido a al que sigue ayuda: ''Valoro mucho la ayuda que me prestaste hace un año. Fue crucial para salir del atolladero. Siempre te estaré agradecido''. Respuesta ``Fue un placer colaborar. Estoy seguro de que, de darse el caso, tú igualmente no vacilarás en ayudarme''.
Otra situación incómoda se produce cuando vemos a otra persona en apuros y ofrecemos ayuda ''para lo que sea'', ''por lo que quieras'' y ''cuando la necesites'' con muy buena intención, pero cuando llega el momento no respondemos a las expectativas que nosotros mismos sembramos. La persona, aunque no haya solicitado el socorro, se siente defraudada y decepcionada.
En esta encrucijada socioeconómica es esencial la solidaridad con quienes viven momentos angustiosos. Comprender las particularidades del comportamiento humano, frente a la necesidad de recibir un favor o la bondad del que lo otorga es muy importante, para manejar con sabiduría y comprensión, las dificultades que se puedan presentar.


Oscar J. Franco O.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que lastima que el transcurrir del tiempo nos haga menos agradecidos. Una leccion que tienen que aprender muchos.

Anónimo dijo...

muchas familias se beneficiarian si leen este articulo juntos.