lunes, 11 de febrero de 2008

Los inmigrantes estamos de duelo

Los inmigrantes estamos de duelo
Oscar J. Franco O.
ofmediator@hotmail.com
Publicado en el Nuevo Herald, Miami Febrero 8, 2008
Manuel y Gloria ya han cumplido dos años de haber inmigrado, pero no han podido superar las consecuencias de la separación física y sentimental de su país, de los seres queridos y de los amigos. El duelo que genera haber abandonado todo y a todos les afecta fuertemente en sus vidas personales, familiares y en sus trabajos.
El autor Joseba Achotegui, dice: ``Duelo es un proceso de reorganización de la personalidad que tiene lugar cuando se pierde algo significativo para el sujeto. La gran mayoría de las personas que emigran lo hacen dentro de un marco de esperanza y de búsqueda de un mejor futuro para ellos y de ser el caso para sus hijos. Otros lo hacen en circunstancias agobiantes, por razones económicas, políticas y/o de seguridad personal que los obligan a tomar esa decisión.
En ambos casos, la realidad impone pérdidas que nos ocasionan duelos, los cuales afectan a unas personas más que a otras y de diferentes maneras. Inclusive, el stress que se vive, por la angustia del duelo, puede afectar la salud de las personas.
Los estudiosos de la materia han concentrado este síndrome del duelo del inmigrante en siete aspectos básicos.
• Duelo por la separación de familiares y amistades. Obviamente quedan atrás seres muy queridos, cónyuges, padres, abuelos, hijos, hermanos, et ad. Son afectos de intensa conexión, que son prácticamente imposible olvidar. Sin embargo es necesario superar el trauma de la pérdida del contacto directo.
• Duelo por la lengua materna. Son contadas las personas que emigran a países en los cuales se hable otro idioma y lo dominen. Muchos de los inmigrantes a EEUU manejamos el inglés con diferentes grados de eficiencia y fluidez, pero muy difícilmente como nuestra lengua materna. Esto impone limitaciones obvias.
• Duelo por la cultura. Será mayor o menor dependiendo del lugar donde uno se radique. Para el inmigrante latino no es lo mismo vivir en Miami, Florida, que en Omaha, Nebraska.
• Duelo por la pérdida de los paisajes, la tierra, el clima, el ambiente. Es común oír expresiones como ''en mi país el clima es mejor'', ''las playas son más lindas'', ''nada como mis montañas'', ''mi ciudad es mucho más agradable'', etc. Todas estas expresiones reflejan que estamos ligados afectivamente a la tierra en que crecimos. Para las personas los paisajes no están conformados únicamente de mar, sol, playa, campo, llano y montaña, se les suman recuerdos, vivencias y experiencias.
• Duelo por la pérdida del status social y profesional. Cuando emigramos dejamos atrás un abanico de factores que constituían nuestro entorno y abandonamos para integrarnos a una sociedad completamente diferente. Además de lazos sentimentales profundos y bienes materiales, evocamos las relaciones comerciales, profesionales, familiares, de trabajo, amistades y círculo de influencias.
• Duelo por la pérdida de contacto con los compatriotas. Básicamente es el calor humano que se siente al estar rodeado de gente que, a la final, es como uno. Aunque en la población de cada país haya diferencias por razones sociales, educativas y/o económicas, son todos coterráneos y conocemos bien la idiosincrasia particular de la nación e inclusive las particularidades de los pobladores de diferentes regiones dentro del mismo país, ya sea de llaneros, capitalinos, de la costa, de la montaña, etc.
• Duelo por la pérdida de la seguridad física. El inmigrante se expone a riesgos tales como condiciones de trabajo, vivienda, salud, educación, stress diario, el resolver la situación inmigratoria que ponen en alto riesgo su seguridad y estabilidad personal.
El duelo del inmigrante es, pues, algo natural. Tan natural como el que sufrimos por la pérdida física de seres queridos. Ese duelo siempre estará con nosotros, nunca los olvidaremos. Simplemente aprendemos a vivir con su ausencia.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

No me habia dado cuenta de la situacion del duelo que sentimos al dejar lo nuestro y venirnos parar aca. Ahora entiendo el porque me senti tan mal durante tanto tiempo.

Anónimo dijo...

Nunca me olvidare de la familia, siempre la tengo en mi corazon, pero eso no significa que no me pueda adaptar a esta vida aunque estoy que no aguanto el frio.

Anónimo dijo...

Yo en realidad no he sentido mucho el duelo. Tal vez algo de miedo, pero solo cuando me pasa por la cabeza la posibilidad de tener que regresarme. No creo que regrese por vacaciones y si voy por negocios trato de que sea el menor tiempo posible. Me gusta mucho la condicion de Inmigrante latino, ya que en si, somos un network, siempre hay algun latino en algun lugar te habre la puertas. Siempre admire el apoyo de las cominidades, Italianas y portuguesas en latino america y el soporte que se daban entre ellos y ahora soy parte de ese proceso.

Anónimo dijo...

Muy interesante el concepto de duelo en los inmigrantes. En mi caso, creo que lo llevo innato pero no se me hace profundo porque lo supero desde que vengo haciendo muchos planes para mis hijos. Tengo una fe inmensa en que cada logro hecho en este pais sera para el bien de mis hijos. Mientros ellos se fortalezcan aqui, en el camino de prosperidad que hemos trazado sus padres y que lo estan haciendo, solo en esa medida estara mas cerca el momento de dejarlos solos para retornar a Peru con la cabeza levantada y con toda tranquilidad y orgullo decir: AQUI SI SE PUDO.

Oscar j. Franco dijo...

Agradezco los comentarios y el compartir sus experiencia. me motiva para seguir debatiendo el tema.
Mi direccin electonica es
inmigrantesenusa@gmail.com