Si Ud. tiene, o ha experimentado sintomas, del duelo del inmigrante, comente su experiencia y si ya supero ese sentimiento, comparta como lo hizo. Cooperemos entre nosotros a entender y manejar esta situacion
Los inmigrantes estamos de duelo.
Autor;
Oscar J. Franco O.
“Esta situación es intolerable. Gloria no entiende por lo que estoy pasando”. Comentaba Juan, sobre el problema familiar, que se discutía en la mediación que conducíamos. Por su parte, Gloria se quejaba amargamente de la escasa colaboración de Juan, ya que ahora viviendo en este país, no cuenta con el apoyo al cual estaba acostumbrada, para manejar la casa y los hijos. Además ella en su país, ejercía como Odontóloga y aquí tiene que revalidar sus títulos para ejercer, pero primero esta el problema de la visa que solo le permite trabajar a Juan.
Después de dos años de haber inmigrado a este país, la pareja y los hijos estaban al borde de una ruptura grave. No habían podido superar las consecuencias de la separación física ni sentimental, de su país, seres queridos y amigos. En otras palabras, el duelo que genera esa situación les continuaba afectando, al punto que el núcleo familiar estaba desintegrándose.
El autor Joseba Achotegui, dice “Duelo es un proceso de reorganización de la personalidad que tiene lugar cuando se pierde algo significativo para el sujeto.
La gran mayoría de las personas que emigran, lo hacen dentro de un marco de esperanza y de búsqueda de un mejor futuro para ellos y de ser el caso para sus hijos. Otros lo hacen en circunstancias agobiantes, por razones económicas, políticas y/o de seguridad personal, que los obligan a emigrar. En ambos casos, la realidad impone pérdidas que nos ocasionan duelos, los cuales afectan, a unos más que a otros y de diferentes maneras. Inclusive, el stress que produce este duelo, puede afectar la salud de las personas.
Los estudiosos de la materia han concentrado este síndrome del duelo del inmigrante en siete aspectos básicos.
1) duelo por la separación de familiares y amistades. Obviamente quedan atrás, seres muy queridos, cónyuges, padres, abuelos, hijos, hermanos etc. Son afectos de intensos conexión, que son prácticamente imposible olvidar, sin embargo es necesario superar el trauma de la perdida del contacto directo.
2) Duelo por la lengua materna. Son muy contadas las personas que son absolutamente bilingües. Si en el país al que se inmigra se habla otra lengua,
la mayoría de los inmigrantes manejamos el idioma con diferentes grados de eficiencia, pero muy difícilmente, como nuestra lengua materna. Esto impone limitaciones obvias.
3) Duelo por la cultura: Obviamente, será mayos o menor dependiendo del lugar donde uno se radique, para el inmigrante latino, no es lo mismo vivir en Miami, Florida que Omaha, Nebraska
4) Duelo por la perdida de los paisajes, la tierra, el clima, el ambiente. Es común oír expresiones como: En mi país el clima es mejor, las playas son más lindas, nada como mis montañas, mi ciudad es mucho más agradable etc. Todas estas expresiones reflejan que estamos ligados afectivamente a la tierra en que crecimos. Para las personas los paisajes no están conformados únicamente de mar, sol, playa, campo, llano y montaña, se le suman, recuerdos, vivencias y experiencias.
5) Duelo por la perdida del status social. De este tema ya he escrito varios artículos, uno de ellos en CONEXIONES, se titula “AQUÍ SOY UN CERO A LA IZQUIERDA”. Octubre 2006. No 91
6) Duelo por la perdida de contacto con los compatriotas. Básicamente, es el calor humano que se siente al estar rodeado de gente que, a la final, es como uno. Aunque haya diferencias por razones sociales, educativas y/o económicas, en nuestro país de origen todos somos queramos o no hondureños, colombianos, argentinos, bolivianos, venezolanos etc., con idiosincrasias culturales propias, viviendo en nuestro propio país. Aquí somos y seremos siempre extranjeros.
7) Duelo por la perdida de la seguridad física. El inmigrante se expone a riesgos como condiciones de trabajo, vivienda, salud, educación, stress diario, situación inmigratoria que ponen en alto riesgo su seguridad y estabilidad personal.
El duelo del inmigrante, es pues, algo natural. Todos hemos sufrido la perdida física de seres queridos, el duelo siempre estará con nosotros, nunca los olvidaremos. Simplemente aprendemos a vivir con su ausencia.
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1 comentario:
Yo he vivido el duelo de dejar a mi familia y me ha costado superarlo. El articulo me ayudo a entender la situacion
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